Con paisajes bellísimos y recursos naturales en cada rincón, Brasil es uno de los mejores destinos de naturaleza del mundo e impresiona por las muchas oportunidades para la observación de fauna y flora, senderismo, pesca, paseos a caballo, visitas a cuevas y mucho más. Aventurarse en Brasil es algo mágico porque las bellezas del país son encantadoras y complementan la emoción experimentada por los deportes en la naturaleza como vuelo libre con aladelta y parapente, buceo, tirolesa, ciclismo, globos aerostáticos, rafting y muchos otros. Hay diversas opciones de turismo de aventura a los que les gusta la emoción. Aprovecha todo lo que Brasil puede ofrecerte.

Los colores, la variedad y la alegría brasileira no podían faltar en sus mesas. Comer en Brasil significa llevarse a la boca una mezcla de productos autóctonos con sabores de influencias indígenas, europeas y africanas, así que los amantes de la buena comida tendrán unas cuantas ocasiones para engordar unos kilillos. Te aconsejamos probar la feijoada (el plato nacional a base de frijoles), moqueca de peixe (pescado cocinado con cilantro, tomate y pimienta), bolinhos de bacalhau (croquetas de bacalao), coxinha de galhinas (croquetas de pollo), acarajé (bolitas fritas de camarones y puré de frijoles blancos) y, cómo no, la famosa picanha brasileira… no apta para vegetarianos.

Navegar por el Amazonas es una de las grandes aventuras que podrás experimentar en tu vida. Si te decides a hacerlo te damos un consejo: aguántate las ganas de darte un chapuzón en sus aguas, a menos que quieras tener un encuentro cercano con pirañas, caimanes o anacondas.

No es difícil viajar al pasado en Brasil, te bastará con visitar los cascos históricos de ciudades como Salvador de Bahía o Recife, donde el legado de los portugueses está todavía muy vivo, o visitando pueblecitos encantadores como Ouro Preto, Olinda o Paraty.